miércoles, 27 de abril de 2016

Gloria.

INGREDIENTES.

750 cl. de aguardiente seco aproximadamente.
1 litro de agua aproximadamente.
5 o 6 cucharadas de azúcar aproximadamente.
1 piel de limón.
4 o 5 clavos.
1 ramita de canela.
Media nuez moscada.

ELABORACIÓN.

Ponemos todos los ingredientes, menos el azúcar, para macerar en el aguardiente seco unas 24 horas, tapando el cacharro con una tapadera o con plástico. Unas horas antes de elaborar esta mistela, llevaremos casi al punto de ebullición el agua, para diluir el azúcar probando su dulzor por si queremos más o menos, dejando enfriar por completo.

Colaremos la mezcla del aguardiente por un colador de tela, retirando el colador y empezamos a ir echando el agua ya fría, al macerado del aguardiente, dejamos reposar unas horas y después embotellar. Si observas las fotos 15 y 16, veras la reacción del aguardiente junto los demás ingredientes, y el agua. Como siempre digo la medida lógica de todas las mistelas, es de 1 de aguardiente por 2 de agua, pero en este caso yo he puesto algo menos, pero tu pon 2 medidas de agua y vas probando el punto que más te guste.

Otra mistela típica de Pozo Alcón que normalmente se preparaba para navidad, bodas, bautizos o algún (alboroque) celebración especial. Como todas las mistelas, el alcohol va rebajado y esta mistela en concreto, reacciona cuando el alcohol toma contacto con el agua, dando le un tono peculiar, los clavos y la nuez moscada. A mí el tema de las mistelas, me apasiona, aunque es una elaboración fácil, admitiendo un sinfín de mezclas

sábado, 23 de abril de 2016

Tortilla de bacalao y ajetes tiernos.

INGREDIENTES.

Bacalao seco desalado y desmigado.
4 o 5 huevos batidos.
Medio manojo pequeño de ajetes.
Aceite de oliva virgen.
Una pizca de sal y pimienta molida.

ELABORACIÓN.

Previamente ponemos el bacalao en agua la noche anterior cambiando el agua alguna vez. Al día siguiente empezamos a desmigar el bacalao reservándolo para más adelante. Seguidamente limpiamos los ajetes y los cortamos a nuestro gusto, friendolos en aceite de oliva virgen (a mí personalmente me gusta que queden un poco más fritos, más crujientes). En este caso son ajetes de mi huerto, más naturales y frescos.

Ponemos la sartén al fuego mínimo para que vaya cogiendo temperatura, porque si no la tiene la tortilla se pegara en el fondo. Mientras tanto cascamos los huevos, los batimos y añadimos los ajetes, el bacalao desmigado, mezclando bien todo. Hacemos la tortilla como siempre, controlando el fuego, con cariño, con alegría y como no, dando le vueltas hasta que cuaje por dentro. Aquí cada cual, le da el punto de cocción que más le gusta, finalizando la elaboración de otra exquisitez de mar y tierra.

En mi familia siempre se han elaborado tortillas con unas cuantas de combinaciones y esta es una de ellas. Podía a ver mostrado una tortilla de bacalao añadiéndole perejil picado y otra de ajetes, pero he preferido mostrar esta, porque me traen recuerdos de seres queridos que ya no están aquí. Pero me dejaron un gran legado culinariamente hablando.Los ingredientes estaban al alcance de la mano, el aceite, los huevos, los ajetes y el bacalao o lo intercambiaba a los arrieros por productos de la tierra o lo compraban en las tiendas del pueblo. El bacalao, era junto con el arenque, el único pescado del mar que se consumía por estas tierras y quien podía, porque no todo el mundo tenía poder aquisitivo para adquirirlo.


miércoles, 20 de abril de 2016

Setas de álamo al ajillo

INGREDIENTES.

Setas de a álamo limpias, lavadas y cortadas a grosso modo
6 o 7 dientes de ajo laminados
3 o 4 guindillas (opcional)
3 hojas de laurel
Un buen chorreón de aceite de oliva virgen
Pimienta molida
Sal

ELABORACIÓN:

Limpiamos las setas, las cortamos y lavamos bajo el grifo, escurriéndolas muy bien.  Ponemos al fuego una sartén, poniéndole un buen chorreón de aceite de oliva virgen para que vaya cogiendo temperatura. A continuación echamos el ajo, el laurel y el picante (siendo opcional). Pasado dos o tres minutos ponemos las setas sin agua a ser posible, porque nos puede saltar el aceite y quemarnos. Sofreiremos a fuego moderado durante 8 o 10 minutos, salpimentando casi al final. Ya tenemos lista otra exquisitez que nos regala la naturaleza.

Otro plato que de siempre se ha comido en mi casa, porque entre otras cosas, mis abuelos han tenido huertas en el Rio Guadalentín. Por lo tanto las setas han estado muchos meses del año en la mesa de mis abuelos, como en la casa de mis padres. Siendo niño las cogía con mi padre o abuelos, arraigándose en mi la afición de buscar setas tanto de álamo como cualquier otra seta. Hay que tener mucho cuidado con las setas, porque todas se comen menos una como decía mi abuelo.

Esta elaboración es simple pero muy exquisita para el paladar si te gustan las setas. De cuando en cuando salgo a buscar setas y, encontré unas pocas y he aprovechado la ocasión para elaborar algo que siempre se ha hecho en mi familia al igual que en otras familias del pueblo. Hay quien le pone un poquito de vino blanco, jamón serrano, perejil picado, o unas briznas de tomillo. Yo las muestro tal cual las he comido y elaborado siempre, dejándolas en su justo punto de al dente, porque si están muy pasadas ya no saben igual, al menos para mi gusto.

sábado, 16 de abril de 2016

Frito Mallorquín.

INGREDIENTES:

El corazón, pulmón y hígado del cordero cortados a cuadros pequeños.
1 cebolleta lavada y limpia.
1 pimiento mediano rojo y verde.
2 patatas medianas.
4 o 5 dientes de ajos enteros con la piel.
Unos trozos de hinojo silvestre.
Unas hojas de laurel.
Aceite de oliva.
Sal.
Pimienta molida.

ELABORACIÓN:

Lavamos bien la carne y la cortamos en cuadrados de 2 centímetros de grosor reservándolo. A mi me gusta cortarlo así pero se corta mas pequeño. Lavamos la cebolleta bien, utilizando la parte verde también, aunque yo no la he puesto. Pelamos las patatas y las cortaremos para hacer las clásicas patatas fritas, reservándolas para freírlas. Cuando vayas a coger el hinojo silvestre, cógelo alejado de las zonas más transitables y luego lávalo bien.

Ponemos al fuego la sartén que vaya cogiendo temperatura, para ponerle aceite de oliva y empezar a saltear la carne. Si es mucha, es mejor hacerlo en varias tandas para que no suelte la carne su jugo, sacándola y reservándola. Añadiremos un poco más de aceite de oliva virgen si se necesita y vamos echando primero los dientes de ajos, la cebolleta, dejándolo unos minutos sofreír sin dejar de mover. A continuación echamos el pimiento rojo, el hinojo, el laurel dejando pochar unos minutos más y, finalizando con el pimiento verde, que mucha gente no le pone, pero a mí me gusta ponerle. Añadimos la carne que teníamos reservada mezclando todo bien y que vaya friendo todo a fuego suave.

Una vez tengamos las patatas cortadas y el aceite caliente, las freímos escurriendo las cuando estén fritas y las añadiremos al frito, mezclando todo muy bien pero sin romper demasiado las patatas. Salpimentamos el frito y ya lo tenemos listo este plato típico de Palma de Mallorca.

Yo trabaje y viví en dos etapas distintas de mi vida en Palma de Mallorca, Islas Baleares. La primera etapa fue por el año 1983, si no recuerdo mal, siendo el frito Mallorquín de las primeras cosas que probaba y hasta recuerdo exactamente donde fue, fue en el supermercado el PRYCA ,ya desaparecida esta marca. Después de hacer las compras paramos en un bar del centro comercial a echar unas cervezas, los entendidos pidieron una ración del frito Mallorquín y a mí me encanto, al igual que la isla que es una pasada, junto a su gastronomía.  

miércoles, 13 de abril de 2016

Tortilla de espinacas.

INGREDIENTES:

2 manojos de espinacas.
3 o 4 dientes de ajos en laminas.
3 huevos.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
Nuez moscada molida una pizca (opcional).
Pimienta molida.

ELABORACIÓN:

Le quitamos las impurezas que pudieran tener las espinacas, cortándolas a grosso modo. Previamente ya hemos puesto un cacharro con agua y un poco de sal al fuego para que hierva. En el momento de que rompa a hervir el agua, echamos las espinacas y esperamos a que vuelvan a hervir dejándolas 3 o 4 minutos. Retiramos el cacharro del fuego y escurrimos sobre un escurridor las espinacas. Yo las en frío un poco con agua del grifo para cortarle la cocción y si las he cocido para otra elaboración las en frío por completo, de este modo me quedan con su color verde, que tanto me gusta a mi.

En una sartén que este al fuego, ponemos un poco de aceite de oliva virgen y echamos los ajos que sofrían un poquito. A continuación añadimos las espinacas sin nada de agua, aconsejando estrujarlas bien con la mano  para mezclarlo bien todo. Salpimentamos y, personalmente yo le pongo una pizca de nuez moscada molida o rayada al momento, pero ya digo, solo una pizca y (opcional).

En un bol o cuenco echamos los huevos para batirlos bien, yo suelo poner un poco de sal. Seguidamente ponemos las espinacas y lo mezclamos todo muy bien. Previamente tendremos la sartén al fuego y sin aceite, para que vaya cogiendo la temperatura adecuada para elaborar la tortilla.Echamos una lamina de aceite de oliva virgen ,echando la mezcla de huevos y las espinacas para ir cuajando la tortilla poco a poco con cariño y esmero, hasta que cuaje por completo la tortilla, teniendo terminada esta tortilla sabrosa y muy rica.

Otra exquisitez que siempre se a deleitado en mi familia. Los huevos eran frescos, tan frescos que los cogían un poco antes del corral, las espinacas las sembraban en otoño, cuando sembraban los ajos, el pan lo elaboraba mi madre en aquel viejo horno de leña, y el aceite daba aquel sabor especial y tan peculiar, porque por desgracia el aceite virgen de oliva tampoco sabe igual. Esta tortilla admite y casa muy bien con bacalao, con gambas, con sepia.


























sábado, 9 de abril de 2016

Arroz caldoso con caracoles y alcachofas.

INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:

200 o 250 gramos de caracoles, ya lavados y cocidos.
Media cebolla a cuadritos.
1 tomate pequeño sin piel y acuadritos.
2 o 3 alcachofas limpias y cortadas a gajos.
2 puñados de arroz aproximadamente.
Unas hojas de laurel.
Una cucharadita y no llena, de pimentón dulce.
8 o 10 hebra de azafrán o colorante amarillo.
Medio vasito de vino blanco.
Sal.
Pimienta molida.

ELABORACIÓN:

Si los caracoles son frescos, lávalos varias veces con agua del grifo,  junto unas gotas de vinagre frotándolos bien para quitarle las babas que pudieran tener. Los metes en el cacharro con agua del tiempo y al fuego, pero flojo para ir subiendo el fuego según vayan sacando el gajo los caracoles, consiguiendo de esta manera que quede el gajo fuera. Se va espumando a medida que vayan cociendo entre 25 a 35 minutos aproximadamente o hasta que este tierno el gajo. Una vez cocidos apagamos el fuego y los reservamos hasta que los vayamos a utilizar. También los puedes comprar congelados y cocidos.

En un cacharro donde vayamos a elaborar este arroz, ponemos un poco de aceite de oliva virgen y empezamos hacer el sofrito con la cebolla, el ajo y pochando un poco la cebolla, para seguir  con el pimiento verde, el tomate, el laurel, el pimentón dulce, el azafrán y por último echamos  el medio vaso pequeño de vino blanco dejando reducir unos minutos. A continuación ponemos el agua dejando que hierva entre 15 a 20 minutos. Pasado este tiempo echamos los caracoles cocidos y las alcachofas cortadas en gajos en el último momento para que no les de tiempo a que se oxiden, pero si tu prefieres hacerlo antes, pues una vez que las tengas limpias, las pones en un bol con agua y limón cortado a cascos, hasta el momento de echarlas al caldo. También puedes ponerlas junto los caracoles en el sofrito justo antes de poner el vino blanco. Yo lo hago como lo muestro.

Dejamos que hierva otros 10 minutos más, y echamos el arroz. Yo pongo un puñado por comensal. Dejaremos hervir unos 15 minutos aproximadamente, o hasta que este cocido el arroz, pero sin olvidarnos que ha de tener caldo suficiente porque es un arroz caldoso, teniendo listo este plato rico.

No hace muchos años, unos treinta diría yo, que por estos lares este plato era muy común. Desde niño me iba con mis amigos a buscar caracoles detrás de las casas del pueblo, o en las tapias de piedras que había en las tierras de cultivo, o entre las hierbas de los ribazos. Cuando se buscaban y se podían comer, era en los meses de marzo o abril, o en los meses de finales de septiembre,o hasta que llegaba el frió a finales de octubre. También solíamos salir a coger después de que pasaran las tormentas, siendo como una diversión para mi y mis amigos. Solíamos buscarlos al atardecer con linternas por si se nos hacía de noche, ya que, si no hace demasiado frío, son más fáciles de coger porque se mueven de un lado para otro. Hacíamos apuestas entre nosotros para ver quien cogía más caracoles contándolos por docenas. Los llevaba a casa y mi madre los ponía en un cesto dejando los por espacio de una semana, más o menos, para que expulsara todo lo que tenía el caracol dentro del estomago. Pasado este tiempo los lavaba muy bien, los cocía para luego elaborar esta receta y otras.

Por desgracia hoy día casi se han extinguido los caracoles de los campos y con ellos una fauna de a ras del suelo, que ya nunca más se volverá a ver, por culpa de los venenos que vertimos deliberadamente en la tierra, siendo el humano el único responsable de este atentado tan brutal, que se esta cometiendo en la tierra,el campo, las selvas, los ríos, las sierras y lo peor de todo, es que la humanidad se nutre de todo esto, al consumir los productos envenenados por una tierra contaminada químicamente...Incomprensible pero cierto.




























martes, 5 de abril de 2016

Tortilla de champiñones

INGREDIENTES:

70 o 80 gramos de champiñones limpios y cortado a laminas.
3 huevos.
3 o 4 lonchas de jamón serrano cortadas a cuadritos.
2 o 3 dientes de ajos cortados a laminas.
Aceite de oliva virgen
Sal.
Pimienta blanca molida.

ELABORACIÓN:

Quitamos el tocino que pudiera tener el jamón reservándolo y lo cortamos a cuadros no muy grandes. Pelamos los dientes de ajo para cortarlos a laminas. Lavamos y limpiamos bien los champiñones. Los cortamos por la mitad y por un extremo empezamos a cortarlos en laminas, y los reservamos.

En una sartén que este caliente echamos la grasa del jamón que teníamos reservada dando le unas vueltas. A continuación echamos los dientes de ajo y el jamón sofriendo todo unos minutos. Lo sacamos de la sartén reservando para un poco después. En ese mismo cacharro ponemos un poco de aceite de oliva virgen y echamos los champiñones  para sofreírlos unos 4 o 5 minutos a fuego fuerte de este modo evitaremos que suelten el jugo. Pasado este tiempo echamos el jamón y los ajos que teníamos reservados, dejando un par de minutos mas. Sazonamos y ponemos la pimienta siempre en su justa medida. Lo escurrimos bien del aceite y lo echamos a los huevos batidos que en este caso e utilizado huevos de pato
.
En una sartén adecuada para hacer tortillas, la ponemos al fuego para que vaya cogiendo temperatura. Cuando este caliente echamos una lamina fina de aceite de oliva virgen y ponemos la mezcla de huevos para ir cuajando la tortilla por ambos lados, poco a poco dando le la vuelta hasta que este, esta tortilla rica. Se puede comer tal cual, acompañada de tomate, de una ensalada verde o al gusto del consumidor.