INGREDIENTES:
Leche de cabra recién parida
750 gramos aproximadamente de azúcar, o al gusto
1 vaso de agua aproximadamente por litro de leche
Canela molida al gusto
ELABORACIÓN:
Solo se utiliza la leche de la cabra en los 4 o 5 días
primeros después de haber parido. En este caso yo he utilizado 2 litros de calostros, que es como se llaman por estos lares, y dos vasos aproximadamente de
agua, ósea 1 vaso por litro de calostros. Se le pone agua para rebajar un poco el
sabor de la leche, ya que es una leche muy recia o fuerte, pero hay quien le pone más
agua.
Echamos la leche en un cacharro y lo ponemos a hervir. Un
poco antes de que rompa a hervir, ponemos la azúcar, tienen que quedar dulces,
tirando para muy dulces. Iremos moviendo con una cuchara, para que no se
agarren los calostros, ni la azúcar. Desde que ponemos la azúcar hasta que
finaliza la elaboración, puede durar entre 10 a 15 minutos. Poco a poco se va
cuajando la leche hasta que se cuaja por completo. Una señal de que ya está, es
cuando empieza a separarse el suero. En ese momento los apartamos del fuego e
iremos escurriendo la cuajada o calostros en un escurridor. Cuando estén bien
escurridos, vamos echando los calostros, en cuencos, platos, vasos, o donde más
te guste a ti, finalizando este postre tan rico con canela molida espolvoreada
generosamente.
Antiguamente, en casi todas las casas de mí pueblo, había
una o dos cabras, para carne de los chotos o cabritos y el suministro de la
leche, ya que era la que se bebía por las mañanas, después de hervirla 3 veces.
Cuando llegaba la hora de que pariera la cabra, para mi significaba un festín
de calostros con mucha canela. Y con la leche en mi casa, se tenía la costumbre
de echarla en un tazón, acompañada unas veces con sopas de pan casero, otras
con torta de aceite y muchas otras veces con magdalenas todo elaborado por mi
madre en un horno de leña de manera artesanal.
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