INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
7 o 8 zarzales limpios
70 gramos
aproximadamente de champiñones a cuartos
2 patatas medianas cortadas a cascos medianos
Media cebolla pequeña a cuadritos
Medio pimiento rojo a cuadritos
Medio tomate pequeño pelado a cuadritos
2 dientes de ajo laminados
Una pizca de colorante
Unas hebras de azafrán
Una ramita de tomillo
Unas hojas de laurel
Medio vasito de vino tinto
Medio litro de agua aproximadamente
Pimienta molida
Sal
ELABORACIÓN:
Pelamos los pájaros, quitando bien las plumas, los abrimos, les quitamos las vísceras y, los pasamos por el chorro de agua. Es importante
extraerle los plomos, si los tuvieran, ya que son cazados con armas de fuego. A
continuación marcamos ambos lados de los zarzales, en una lámina de aceite
caliente con el objetivo de sellar la carne. Cuando estén, los apartamos para
más adelante utilizarlos. En el mismo cacharro que hemos marcado los zarzales,
sofreímos la cebolla junto los dientes de ajo laminados. Pasado unos minutos
echamos el pimiento rojo, el tomate, la patata y los champiñones dejando unos
minutos más que vaya sofriendo todo. Añadimos el colorante, el azafrán, la
ramita de tomillo y el medio vaso de vino tinto (este paso no lo muestro porque
no hice la foto, perdonar). Dejamos reducir el vino y ponemos el agua que
hierva. Cuando empiece a hervir añadimos los zarzales, entre 40 a 50 minutos
aproximadamente. Salpimentamos el guiso y lo dejamos unos minutos hirviendo y
partamos del fuego. Lo podemos servir bien con los pájaros a cuartos, enteros,
con la carne desmenuzada, o por separado, a mí me lo servían así. Tú hazlo como
más te guste.
Esta receta era habitual en casa de mis abuelos por
invierno. Antes no había tanta afición a la caza y no todo el mundo tenía una
escopeta, pero no significaba que no cazaran. En la llegada de los zorzales, es
así su nombre correcto, aunque por aquí se le conoce como zarzales o también
como aceituneros. Aparecen cuando la aceituna comienza a madurar y se van
cuando llega la primavera, ya que son pájaros migratorios. Los lugareños ponían
trampas en sitios estratégicos para cazarlos cuando por la tarde entraban al
olivo para pasar la noche. Mi abuelo ponía sus trampas con hilo de pescar y
cuando pillaba bastantes, unas veces eran fritos, otras eran asados a la lumbre
y otras hacían un guiso en el puchero tal cual yo lo muestro pero sin
champiñones, que por aquella época por aquí no se veían.
Si tú prefieres
hacerlo en la olla exprés, sigue todos los pasos, menos el de añadir las
patatas, las pones después de 20 minutos aproximadamente silbando la olla.
Aparta la olla del fuego y, cuando haya expulsado todo el vapor, la abres
volviéndola a poner al fuego y, entonces pones las patatas cerrandola de nuevo,
le das unos 10 minutos más y, ya tendrás lista esta receta. A mí personalmente
no me gusta mucho la olla exprés y no me importa que se rompan o deshagan las
patatas. Como siempre digo tú hazlo a tu gusto.
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