INGREDIENTES:
Tomates (a mí me gusta que no sean muy grandes).
Sal
Sal
Mucho sol
ELABORACIÓN:
Lavamos los tomates, los cortamos por la mitad según la
clase de tomate que sea. A continuación los vamos colocando sobre una
superficie plana y en un lugar muy soleado (cuantas más horas de sol reciban
los tomates más pronto se secarán). Siempre con el corte hacia el sol que es
donde echaremos en forma de lluvia la sal. La sal que utilizo, la cojo en unas
salinas abandonadas de alta montaña que hay cerca de Pozo Alcón. Una vez echada
la sal, los tenemos que dejar entre unos 13 y 16 días secándose como mínimo. Dependiendo en la época que se haga habrá que dejarlos más días o menos.
Cada tarde se tienen que tapar con un plástico o algo
similar para que no les caiga la marea
de la madrugada o una posible lluvia repentina. Si durante el proceso se pone a
llover rápidamente se tienen que tapar, porque si no se hace, se
pudrirán. Al menos una vez, hay que darle la vuelta a los tomates para que les
de el sol por esa parte.
Por último, una vez secos los tomates, se escaldan en agua a
punto de romper a hervir y se echan unos segundos en agua, se
sacan y los escurrimos. Entonces los volvemos a poner al sol un día por lo
menos. Yo no muestro las imágenes porque es poca cantidad y no es necesario hacerlo porque no llegarán a navidad.
PIMIENTOS ROJOS SECOS:
Pimientos rojos.
Hilo bramante.
Aguja grande.
Mucho sol
ELABORACIÓN:
Se ensarta el hilo en la aguja y se van pinchando los
pimientos por el tallo verde, justo en medio y por la parte más ancha. Una vez
tenemos completo el sartal, simplemente lo colgamos en un sitio muy soleado
entre 15 a 20 días aproximadamente y dependiendo el mes, si es en agosto menos
días, si es en septiembre más días. No es conveniente que les caiga el agua de
lluvia, si se puede evitar mejor.
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