INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
200 o 250 gramos de caracoles, ya lavados y cocidos.
Media cebolla a cuadritos.
1 tomate pequeño sin piel y acuadritos.
2 o 3 alcachofas limpias y cortadas a gajos.
2 puñados de arroz aproximadamente.
Unas hojas de laurel.
Una cucharadita y no llena, de pimentón dulce.
8 o 10 hebra de azafrán o colorante amarillo.
Medio vasito de vino blanco.
Sal.
Pimienta molida.
ELABORACIÓN:
Si los caracoles son frescos, lávalos varias veces con agua
del grifo, junto unas gotas de vinagre
frotándolos bien para quitarle las babas que pudieran tener. Los metes en el
cacharro con agua del tiempo y al fuego, pero flojo para ir subiendo el fuego
según vayan sacando el gajo los caracoles, consiguiendo de esta manera que
quede el gajo fuera. Se va espumando a medida que vayan cociendo entre 25 a 35
minutos aproximadamente o hasta que este tierno el gajo. Una vez cocidos
apagamos el fuego y los reservamos hasta que los vayamos a utilizar. También los
puedes comprar congelados y cocidos.
En un cacharro donde vayamos a elaborar este arroz, ponemos
un poco de aceite de oliva virgen y empezamos hacer el sofrito con la cebolla,
el ajo y pochando un poco la cebolla, para seguir
con el pimiento verde, el tomate, el laurel, el pimentón dulce, el
azafrán y por último echamos el medio
vaso pequeño de vino blanco dejando reducir unos minutos. A continuación
ponemos el agua dejando que hierva entre 15 a 20 minutos. Pasado este tiempo
echamos los caracoles cocidos y las alcachofas cortadas en gajos en el último
momento para que no les de tiempo a que se oxiden, pero si tu prefieres hacerlo
antes, pues una vez que las tengas limpias, las pones en un bol con agua y limón
cortado a cascos, hasta el momento de echarlas al caldo. También puedes
ponerlas junto los caracoles en el sofrito justo antes de poner el vino
blanco. Yo lo hago como lo muestro.
Dejamos que hierva otros 10 minutos más, y echamos el arroz. Yo pongo un puñado por comensal. Dejaremos hervir unos 15 minutos aproximadamente,
o hasta que este cocido el arroz, pero sin olvidarnos que ha de tener caldo
suficiente porque es un arroz caldoso, teniendo listo este plato rico.
No hace muchos años, unos treinta diría yo, que por estos
lares este plato era muy común. Desde niño me iba con mis amigos a buscar
caracoles detrás de las casas del pueblo, o en las tapias de piedras que había
en las tierras de cultivo, o entre las hierbas de los ribazos. Cuando se
buscaban y se podían comer, era en los meses de marzo o abril, o en los meses
de finales de septiembre,o hasta que llegaba el frió a finales de octubre.
También solíamos salir a coger después de que pasaran las tormentas, siendo
como una diversión para mi y mis amigos. Solíamos buscarlos al atardecer con
linternas por si se nos hacía de noche, ya que, si no hace demasiado frío, son
más fáciles de coger porque se mueven de un lado para otro. Hacíamos apuestas
entre nosotros para ver quien cogía más caracoles contándolos por docenas. Los
llevaba a casa y mi madre los ponía en un cesto dejando los por espacio de una
semana, más o menos, para que expulsara todo lo que tenía el caracol dentro del
estomago. Pasado este tiempo los lavaba muy bien, los cocía para luego elaborar
esta receta y otras.
Por desgracia hoy día casi se han extinguido los caracoles
de los campos y con ellos una fauna de a ras del suelo, que ya nunca más se
volverá a ver, por culpa de los venenos que vertimos deliberadamente en la
tierra, siendo el humano el único responsable de este atentado tan brutal, que
se esta cometiendo en la tierra,el campo, las selvas, los ríos, las sierras y
lo peor de todo, es que la humanidad se nutre de todo esto, al consumir los
productos envenenados por una tierra contaminada químicamente...Incomprensible
pero cierto.
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