INGREDIENTES
Sardinas frescas, no demasiado grandes, más bien medianas.
Sal gorda marina.
ELABORACIÓN
En un cacharro adecuado, ponemos en el fondo una cama de sal
y encima vamos colocando las sardinas,dejando un espacio de un dedo, entre una
y otra. Una vez tengamos colocadas las sardinas, las cubrimos con sal, como
mínimo un dedo y medio por encima de las sardinas. A continuación las metemos a
la nevera entre 24 a 30 horas, dependiendo del tamaño de las sardinas. Te aconsejo que sean todas mas o menos iguales, de esta manera el salado sera más
uniforme, de lo contrario, unas se harán antes y otras quedando crudas. Cuando ha pasado 24 horas yo les hago la prueba en la cola, haciendo una pequeña
incisión con un cuchillo.
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