INGREDIENTES.
Higaditos de pollo y corazones.
Cebolla juliana.
Coñac.
Un poco de agua.
Unas hojas de laurel.
Mejorana (opcional).
Aceite de oliva virgen.
Pimienta molida.
Sal.
ELABORACIÓN.
Ponemos al fuego un cacharro con aceite de oliva virgen que
vaya cogiendo temperatura, para pochar la cebolla juliana que ha de ser
generosa, en función de la cantidad de higaditos y corazones que tengamos. Mientras
se va pochando la cebolla a fuego moderado, ponemos al fuego otra sartén sin
aceite dejando que coja temperatura y cuando este caliente ponemos un poco de
aceite de oliva virgen, los higaditos, y corazones, dejando 2 o 3 minutos
aproximadamente por cada lado, así 2 o 3 vueltas. Cuando veamos que están casi
hechos le tiramos el coñac flameando un poco. Cuando se apague la llama apartamos
del fuego un momento la sartén e iremos poniendo los higaditos y los corazones
en la otra sartén que tenemos la cebolla que ha de estar tierna.
Volvemos a poner la sartén de los higaditos y la glaseamos
con un poco de agua recogiendo el líquido en un vaso, para ponerlo donde está
la cebolla y los higaditos, dejando que cueza unos minutos todo a fuego bajo.
Salpimentamos y añadimos un poco de mejorana seca o verde si lo prefieres,
teniendo lista esta receta de casquería de pollo que antiguamente era una tapa
típica.
Lo presento a modo de ración y no como tapa, porque no es la
intención en este caso, el objetivo es mostrar la receta y a la vez que sirva
de tributo a la casquería. Los higaditos son bastante utilizados para hacer picadas, mousse, o fritos directamente.
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